El Duelo es el proceso por el que pasamos cuando perdemos a alguien o algo que es importante para nosotros/as, a veces elaborarlo es algo complicado. Dada la situación actual, hemos “perdido” muchas cosas que antes eran normalidad para todos/as pero además muchas familias se han tenido que enfrentar a la pérdida de un ser querido en una situación tan atípica que en la mayoría de los casos ha impedido poder despedirse literal o figuradamente. Si para los/as adultos/as, esto puede resultar una situación difícil de gestionar, para los/as niños/as y adolescentes aún más. Por ello os dejamos algunas indicaciones que os pueden ayudar cuando os encontréis en esta situación:

Entender el duelo como un proceso natural. El duelo nace de no querer desprenderse de algo o alguien a quien queremos mucho y a lo que nos queremos aferrar, generando durante el mismo un gran dolor.

Compartir la noticia. Es importante buscar el momento adecuado, sin dejar pasar demasiado tiempo, lo antes posible, y de la forma más sincera y natural. No dando muchos detalles pero sí dando la información que necesitan. Cuidado con darle una información y que luego escuchen a otros/as dando otra, esto puede generar confusión y más sufrimiento.

Dejar el clima abierto al diálogo. Aunque para nosotros/as sea algo complicado tenemos que estar accesibles y/o disponibles cuando lo necesiten para hablar sobre el tema, no negándoles esta oportunidad pues también puede hacer que se sienta aún peor.

Tener en cuenta la etapa evolutiva. Esto es muy importante, la noticia no se puede dar igual a un/a niño/a de 4 añitos que a un/a Adolescente de 14, por tanto es importante saber según el momento en el que se encuentre nuestro/a hijo/a cómo hablarles, que información entienden, utilizar el lenguaje adecuado y no juzgar sus respuestas y/o preguntas, ¡pueden sorprendernos!

Realizar si se necesita un homenaje de despedida. Es importante que sea algo familiar si es posible, a través de una carta, diciendo unas palabras, realizar un “pequeño ritual” en el que compartir este momento y expresar las emociones. Tanto las que sentimos ahora cómo las que creemos que vendrá después.

Respetar los tiempos y la forma. No todos pasamos por todas las etapas del duelo, ni lo afrontamos de la misma forma por lo que puede que lo que sea importante para mí (realizar un ritual de despedida) no lo sea para otro/a miembro de la familia. Es importante tenerlo en cuenta.

Cuidemos nuestro lenguaje. Evitar expresiones como “no tienes que estar triste, a él/ella no le gustaría” porque intentando evitar que se “sientan mal” les hacemos sentirse culpables de una emoción lógica, normal y coherente con la situación. Podemos usar: “es normal que te sientas triste, ¿Qué te gustaría hacer con esa tristeza?  IMAGEN 16. ABORDAR EL DUELO INFANTIL

Pensad que evitarles esta información no es protegerlos, es imposible evitarles el dolor y no hacerlos partícipe supone apartarlos de un evento que es fundamental en sus vidas. Es importante entender que si los/as niños/as crecen sin exponerse a situaciones difíciles, serán propensos a la frustración y no desarrollarán las habilidades necesarias para afrontar situaciones que no podrán evitar en la etapa adulta.

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