imagen 21. AutocuidadoHace unas semanas hablamos de la Autoestima, entendiéndola como el valor que nos damos a nosotros/as mismos/as, en esta ocasión vamos a hablar de otros dos AUTOS. El autocuidado, si lo entendemos como las acciones o decisiones que las personas realizamos en beneficio de nuestra propia salud porque NOSOTROS/AS SOMOS IMPORTANTES, entenderemos que es fundamental para tener una buena autoestima ya que significa que yo me importo, me dedico tiempo, me quiero y en definitiva, me cuido. El Autocuidado puede abarcar diferentes ámbitos:

– El físico: alimentarnos bien, cuidar nuestra higiene, realizar algún tipo de ejercicio físico…

– El emocional: tratarnos bien, hacer cosas que me gustan y me hacen sentirme bien, escucharme…

– El Social: Relacionarme con aquellas personas que me hacen sentirme bien, con quien me siento cómodo/a, saber establecer límites, dar mi opinión…

– Autocuidado en Valores: Saber qué valores quiero aplicar en mi día a día, conocerme y observar si mis acciones están basadas en los valores que son importantes para mí.

En definitiva, se trata del tiempo que nos dedicamos a nosotros/as y es fundamental para dar ese modelo a nuestros/as hijos/as y enseñarles que es igual de importante cuidar a los demás que cuidar de uno/a mismo/a, pues sin lo segundo, es difícil que el tiempo y acciones que les dedicamos a los demás sean de calidad.

imagen 21 compasiónLa Compasión, quedaba definida en el post “Educando en valores” como el amor hacia uno/a mismo/a y los/as demás, por tanto, cuando hablamos de autocompasión nos referimos al amor hacia nosotros/as. Ocurre que en nuestro día a día tenemos muchas oportunidades en las que no nos tratamos todo lo bien que deberíamos, asumiendo un discurso basado en recordarnos lo que hacemos mal y no aquellas cosas que hacemos bien,con la consecuencia de que este es el ejemplo que damos. Es importante darnos cuenta de nuestros errores porque son los que nos permiten avanzar y mejorar, pero también, es importante que no nos machaquemos todo el día por ello, aprovechemos esas oportunidades para poner en marcha habilidades de solución de problemas y afrontamiento y para valorar el esfuerzo que hacemos, al menos, intentándolo. Recuerda que como adulto/a somos el espejo en el que los más pequeños/as y no tan pequeños/as se van viendo reflejados, enseñémosles a cuidarse, a tratarse bien y a quererse.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

5 × cinco =