La adolescencia es una revolución en toda regla, a nivel biológico hablamos de una revolución hormonal y a nivel emocional de un sube y baja de emociones y de sensaciones que ellos/as no saben a veces como explicar y que nosotros creemos no entender.  Sin embargo, si hay algo que todos los/as adultos/as compartimos es haber pasado por la adolescencia, por eso cuando hablamos de esta época lo primera que recomendamos es pararnos a pensar en la nuestra, porque esto nos va a dar muchas pistas de cómo actuar ahora.  Os dejamos algunas recomendaciones para aprovechar al máximo este periodo con ellos/as:  IMAGEN 9. ADOLESCENTES

– Interesémonos por sus intereses. Si queremos acercanos a ellos/as y que nos abran su mundo, tenemos que querer entrar en él, así que es hora de ver cuáles son sus aficiones pero de verdad, pidiéndole que os enseñen eso que le gusta tanto y mostrarndo interés por ello.
– Escuchar y no juzgar. Si cuando nos cuentan algo que a nosotros/as nos parece insignificante dada la situación, tendemos a quitarle importancia o a ridicudizarlos/as, dejarán de acudir a nosotros/as en situaciones que para ellos/as son difíciles. Si queremos conocerlos/as y saber qué pasa por su cabeza, tenemos que escucharlos/as, intentar entenderlos/as desde su punto de vista y quizás aconsejar sin juzgarlos, sin decirle qué es lo que tienen que hacer sino, confianzo en sus decisiones sabiendo que les habéis transmitido vuestra opinión con respecto a ello.
– Comunicación, que no interrogatorio. Queremos hablar con ellos/as, que nos cuenten cómo están y qué sienten pero a veces se nos complica y terminamos convirtiendo lo que pensábamos que sería una conversación en un interrogatorio. En estos casos os recomendamos que habléis vosotros/as, contádles como os sentís, qué pensáis, vuestras alegrías, vuestras preocupaciones… confiad en ellos/as y entonces probablemente recibiréis lo mismo.
– Recordémosles lo que os gusta de ellos/as. Es momento de crear vínculos si nos resultaba dificil establecerlos antes o de reforzarlos si ya los teníamos, así que intentad hablar en positivo, lo que os gusta, lo que queréis hacer juntos/as, lo bueno que estamos sacando de todo esto. Reforzarndo lo que está bien, lo ampliaremos.
– Seamos un ejemplo para ellos/as. Es momento de enseñarles valores fundamentales como la empatía, capacidad de ponernos en el lugar de los demás, la responsabilidad, acogiéndonos a las normas establecidas por y para todos/as en esta situación, o la resiliencia, capacidad para adaptarnos de forma positiva a las adversidades. Todas ellas les serán fundamentales en el futuro y harán su vida mucho más fácil pero necesitan nuestro ejemplo, ¡Podemos hacerlo!

Recordad que cuando todo esto pase, lo más importante será recordarlo con positividad, como un momento de apoyo en familia, de amor y de convivencia. ¡Ánimo!

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